Buscar este blog

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Harry Dresden, uno de los nuestros.

Para aquellos nacidos en los ochenta o en los setenta, seguro que recordareis la mítica canción de los cazafantasmas, que rezaba tal que así:

“If there's somethin' strange in your neighborhood
Who ya gonna call (ghostbusters)
If it's somethin' weird an it don't look good
Who ya gonna call (ghostbusters) “





Pues si alguna vez os encontráis en una situación así, yo os recomendaría que acudierais al bueno de Harry Dresden (su número aparece en el listín telefónico), que falta le hace el trabajo al pobre.

Antes de que os hagáis una idea equivocada, no voy a reseñar los libros de Harry Dresden (la gran mayoría los leí hace ya demasiado tiempo como para recordar todos sus detalles) os voy a hablar de la saga en sí y porque deberíais disfrutar de ella si todavía no lo habéis hecho.

Harry Blackstone Copperfield Dresden, que así se llama el pobre, es un mago que trabaja como detective y asesor de la policía en la grandiosa ciudad de Chicago. Sí, nada de mundos fantásticos como punto de partida, y sí, habéis leído bien, es mago y detective a la vez…¿Se puede ser más molón?

"Harry Dresden con su look habitual demostrando que sí se puede ser más molón" 

Ahora seguro que estaréis pensando, ya ves otro mago más dentro del género fantástico, vaya novedad…U otro detective más que se va a creer más listo que nadie resolviendo casos peliagudos gracias a su excelsa inteligencia, como si en la literatura contemporánea no hubiera a patadas tanto de lo uno como de lo otro. Pues sí, tenéis razón, pero Harry tiene algo que le diferencia de los Gandalf, Merlin. Harry Potter, Raistlin, Elminster, Sherlock Holmes, Mike Hammer etc…Y es que Harry Dresden es un pobre currante como cualquiera de nosotros, que malvive de trabajo en trabajo para pagar sus muchas facturas, su aspecto es desgarbado gracias a sus dos metros de estatura, viste un gabán negro hasta casi los pies aunque sea verano y haga calor, que adora la coca cola por encima de todo y su idea de una buena cena es irse a un Burguer King.

Y eso mismo es lo que le hace especial a la vez que interesante. La posibilidad de poder identificarte con un personaje tan mundano, al que su trabajo no le proporciona los réditos necesarios para poder vivir bien (esto seguro que es el pan de cada día para más de uno entre los que me incluyo), que tiene grandes problemas amorosos dada su incompetencia a la hora de tratar con el género femenino, que vive con un gato enorme en un sótano sin electricidad (los magos en esta historia no se llevan demasiado bien con los aparatos electrónicos, y Harry menos que ninguno) cuyo mejor amigo es un espíritu al que le encantan las novelas eróticas y que se encuentra encerrado dentro de una vieja calavera, y que para colmo, conduce un viejo escarabajo azul bastante hecho polvo, por no decir otra cosa, que después ya de tantos accidentes ni siquiera mantiene ese color azul a pesar de que Harry siga llamándole así.

Es decir, Harry Dresden es una persona adulta normal del siglo XXI con todos los problemas típicos con los que tenemos que lidiar en la actualidad, pero que es capaz de controlar la magia. Y ojo, no os creáis que esto último es un don que todos desearíamos poseer. Debido a un pasado más que tormentoso, el Consejo Blanco, que es el órgano que controla la magia en nuestro mundo (un mundo mucho más fantástico de lo que os podéis imaginar, con Vampiros de los de verdad no los de crepúsculo, Hadas, Hombres Lobo y mucha más parafernalia sobrenatural) le tiene en su punto de mira y no le deja pasar ninguna más. Por lo que en el momento que incumpla una de sus muchas leyes, será ejecutado. Y claro, cuando te ves metido en toda clase de situaciones peliagudas y a cada cual más peligrosa, como en las que se ve involucrado Dresden, en su mayoría debido a una galantería con las mujeres bastante pasada de moda, pues eso de tener que controlar tus poderes mágicos para no liarla, no es que sea una tarea sencilla cuando hay vidas en juego.

Además de un gran personaje protagonista con un gran e irónico sentido del humor, la saga cuenta con otros secundarios que al igual que Harry van evolucionando con el paso de los libros, convirtiéndose en el contrapunto perfecto para el desgarbado mago. Tampoco os puedo contar mucho más de ellos sin meteros algún spoiler que os fastidie parte de la historia.

Resumiendo, tenemos un gran protagonista, buenos secundarios que le acompañan, una buena historia “fantástica” o sobrenatural como queráis llamarla y mucha acción. De esto último ya os aviso que vais a tener de sobra, en algunos libros más y en otros menos como es lógico, pero como comentaba antes Harry tiende a meterse en demasiados problemas que rara vez soluciona hablando.

Son libros que se leen con rapidez, y que al menos en mi caso, su frescura me ha venido genial para desconectar de otras lecturas más densas y pesadas.

Así que nada más, espero que mis argumentos, aunque escasos, os hayan convencido para darle una oportunidad a esta saga. El autor, que ni había mencionado hasta este momento, es Jim Butcher, del que también recomiendo su saga fantástica de Codex Alera (por ahora llevan los tres primeros libros publicados en castellano) de la que os hablaré en otra ocasión.

PD: Se me olvidaba, Harry tuvo su propia serie de TV. No tuvo demasiado éxito y solo rodaron una temporada y encima era canadiense por lo que se nota un poco cutrilla. Como fan del mago obvia decir que la he visto y que no estaba tan mal. No descarto hablar un día de ella.

2 comentarios:

  1. Gracias por la recomendación, Javi!
    Pinta muy divertido!!

    ResponderEliminar
  2. Me alegro que te haya gustado. Si al final te atreves con la saga, espero que te pases a darnos tu opinión.

    ResponderEliminar