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lunes, 2 de noviembre de 2015

Orbe, Cetro, Trono...Cuidado con el Spoiler.

SINOPSIS:

Cuando un fragmento de Engendro de Luna, en otro tiempo hogar de Anomander Rake, Hijo de la Oscuridad, se estrelló contra el mar Rivan, creó una cadena de pequeñas islas. Islas rodeadas ya de leyendas y rumores. La más potente de todas es que ahí se oculta el Trono de la Noche, que según algunos afirman es la sede de poder de la propia Madre Oscuridad. En cualquier caso, todos los que buscan este antiguo artefacto (magos renegados, curtidos mercenarios, incluso un desertor del ejército malazano) creen que conferirá un poder ilimitado a su eventual dueño. Las apuestas son altas, la codicia abunda, la traición es inevitable y el asesinato y el caos solo esperan su oportunidad…




Dentro de la fantasía épica, pocas obras más impresionantes podemos encontrarnos que Malaz. Por ello siempre que me encuentro delante de un libro sobre este complejo y apasionante universo, ya sea de El libro de los Caídos o como en este caso del Imperio, mis expectativas se disparan y no puedo hacer otra cosa que leer y leer hasta terminar la historia.

Con Orbe, Cetro, Trono no iba a ser menos, aunque ya os adelanto que después de los dos últimos buenos libros de Esslemont, en este la saga del Imperio ha bajado el nivel y para colmo, incluye un Spoiler del tamaño de Engendro de Luna.

En esta cuarta novela de la saga El Imperio, la acción nos sitúa en el continente de Genabackis y en la ciudad de Darujhistan. Como reza la sinopsis, Engendro de Luna ha caído en mitad del mar formando una serie de islas a las que todo el mundo quiere llegar para conseguir encontrar las supuestas riquezas que los Tiste Andii almacenaban allí.

Esa podríamos decir que podría ser la trama principal de la historia donde tendríamos a Azogue (un veterano abrasapuente) como protagonista de ella. Pero si habéis leído Malaz, que supongo será el caso sino no estarías aquí, ya sabréis que tanto Erikson como Esslemont gustan de no crear una trama principal al uso, sino más bien un buen número de tramas secundarias que acaban convergiendo en un final que te suele dejar con más preguntas que antes de que empezaras a leer la novela.

En este libro, en esas tramas secundarias, tendrán mucho protagonismo los Seguleh. Conoceremos desde el punto de vista del Seguleh vivo de mayor rango dentro de su orden, los entresijos de esta enigmática nación de la que salvo por alguna breve aparición en los otros libros, solo hemos recibido información de oídas. Además podremos volver a saber sobre Kiska y Leoman de los Mayales en su búsqueda del mago supremo Tayschrenn, o cómo les va en Darujhistan al misterioso e insoportable Krupper y al grupo de abrasapuentes que decidieron montar una taberna en la ciudad, justo en lo que fue el templo del dios ancestral Krul.

Siento no poder hablaros mucho más de cada una de estas tramas, pero sin revelaros más información me parecía imposible continuar, y si os atrevéis a leer el libro ya veréis que de spoilers vais más que bien servidos.

Como es habitual en Malaz y hasta se podría afirmar que es su sello personal, la historia es densa y algo confusa, en muchos casos demasiado incluso para un lector fiel de la saga. En la mayoría de las otras novelas conforme avanza la historia te vas cogiendo y al final cuando ya parece que te sitúas en la onda del autor, el libro se termina dejándote con ganas de obtener más respuestas. Pero en este caso, inclusive con la narración ya avanzada, la sensación con la que te quedas es la de nunca haber terminado de engancharte del todo y haciendo uso de un término ciclístico, es como si te pasaras toda la historia haciendo la goma.

Los personajes como es costumbre son una gozada. Ya sean principales o secundarios, conocidos de otros libros o recién salidos de la pluma de Esslemont, se les nota mucho trabajo y sobre todo con personalidad propia. Algo nada sencillo cuando entre unas cosas y otras puede que haya un centenar de personajes con más o menos protagonismo entre las dos sagas de Malaz.


COSAS QUE ME HAN GUSTADO:

·        El desvelar gran parte, por no decir todo el misterio que rodea a los enigmáticos Seguleh. Hasta este libro apenas sabíamos nada de ellos salvo que eran mortíferos con la espada. Ahora por fin descubriremos su forma de vida y las motivaciones que les mueven.
·       Los personajes tanto principales como secundarios. Si algo me encanta de Malaz es la forma en que tanto Erikson como Esslemont trabajan sus personajes con mimo hasta conseguir que la mayoría de ellos brillen con luz propia, aunque solo sean unos simples soldados de un pelotón. Esta cuarta entrega del Imperio no iba a ser menos y volveremos a disfrutar de grandes personajes.
·         Las apariciones de alguno de los míticos abrasapuentes siempre son más que bienvenidas. Si además como es el caso podemos disfrutar del punto de vista de varios de ellos, pues mejor que mejor.

COSAS QUE NO ME HAN GUSTADO:

·         Soy consciente de que ni el libro ni el autor tienen culpa de nada, toda ella habría que repartírsela entre una editorial que no sé en qué narices estaría pensando para publicar primero este libro antes que Toll The Hounds y mi ansia por leer Malaz, pero el Spoilerazo que te comes es tan grande, que el regusto tan amargo que se te queda al finalizar la historia, te hace plantearte que hubiera sido mejor no leerla.
·         Malaz es un libro denso y muy difícil de seguir, por eso mismo hay que saber conducir al lector durante toda la narración para que este no se pierda todavía más. Erikson es un maestro en ese aspecto como se ve reflejado en sus libros, de Esslemont no puedo decir lo mismo, al menos en este libro no es capaz de ello, por lo que al final la historia le queda demasiado enmarañada.
·     No sabría como explicarlo, pero le falta ese algo que por ejemplo si tenía El Regreso de la Guardia Carmesí o los Empuñapiedras.

CONCLUSIÓN:

Orbe, Cetro, Trono es muy recomendable para cualquier seguidor de Malaz. No es ni de lejos el mejor libro de este universo, pero tampoco es el peor. Pero ahora bien, si no lo habéis leído, ya sea porque tenéis más sentido común que yo y habéis preferido esperar a Toll The Hounds, en ese caso habéis acertado y os felicito por ello. Pero si lo tenéis comprado y os sentís tentados, hacedme caso y aguantad, el spoiler que os comeréis no creo que merezca la pena.

PUNTUACIÓN: 7 sobre 10.

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