Hijos del dios binario, un thriller apasionante con un toque futurista.

SINOPSIS:

En un mundo que se vuelve cada vez más intangible, los poderosos, nostálgicos de un pasado que apenas conocieron, compiten por hacerse con cualquier icono de la era predigital. Daniel Adelbert, un «prospector» especializado en recuperar piezas del siglo XX, es contratado por el coleccionista Kenzô Inamura para encontrar no un objeto, sino a una persona: un hombre que se movió entre las sombras del pasado siglo e influyó de manera decisiva en su desarrollo.

En el otro extremo del mundo, la periodista Alicia Lagos recibe un extraño correo de su exnovio recientemente fallecido. El mensaje parece legarle una investigación inconclusa, poniéndola sobre la pista del misterio oculto tras los muros del orfanato irlandés de St. Martha.

Ambas investigaciones confluyen en una misma pregunta: ¿qué es el Proyecto Zeitgeist? La respuesta se halla bajo las piedras de la Ciudad Blanca de Tel Aviv, en los arrabales flotantes de Singapur y en el murmullo de la Red de datos. Responderla es desentrañar un secreto que ha costado la vida de muchos, un secreto silenciado durante décadas.

Hoy os traigo la reseña de este libro al que le tenía muchas ganas desde hace tiempo y que por fin he podido leer.

La historia comienza con el supuesto accidente mortal sufrido por el periodista William Ellis, amigo de nuestra protagonista Alicia Lagos. Y digo supuesto, porque esa noche antes de morir William le envía a Alicia un mail en el que le da a entender que su vida corre peligro al encontrarse en mitad de una investigación que se ha vuelto muy peligrosa. Pero además de esa advertencia, Alicia recibe un archivo con toda la información reunida por su viejo amigo sobre un inmenso grupo empresarial llamado Fenris y por respeto a Will y como no, por ganas de venganza, Alicia decide continuar con la investigación y descubrir quién asesinó a su amigo.

Decidida a llegar hasta el fondo del asunto, Alicia aprovechará el viaje que la llevará a Londres a despedirse del cuerpo de su amigo, para investigar una serie de apuntes que Will había dejado remarcados en su dosier de información y averiguar que es Zeitgeist.

Así será como la periodista descubrirá la existencia del colegio St Martha, una residencia para huérfanos que en su día pertenecía a la iglesia, pero que fue vendida a una asociación sin ánimo de lucro que pertenece a Fenris, y donde parece evidente que algo extraño sucede si se atiende a las grandes medidas de seguridad que rodean al centro.

Pronto la curiosidad de Alicia la pondrá bajo el radar de Fenris y desde ese momento su vida comenzará a correr peligro. Por fortuna para ella, Daniel Adelbert, nuestro otro gran protagonista de la historia, que se halla contratado por otra gran empresa que rivaliza con Fenris, también pondrá sus ojos en Alicia y acudirá a su rescate antes de que la vida de la periodista caiga en las manos de la gente de Fenris.

Contaros lo que sucede a continuación sería destriparos la novela y eso es algo que a mí no me hace gracia que me hagan y por lo tanto no voy a hacer. Solo os diré que a partir de este instante la trama se vuelve un poco más enrevesada de lo que parecía a primera vista y debido a ello nuestros dos protagonistas tendrán que dar lo mejor de sí mismos para salir con vida de esta aventura, y ya de paso descubrir el misterio que hay detrás de Fenris y su fundador.

Aunque no pueda continuar hablándoos de la trama, si puedo contaros mi parecer en otros aspectos, como la prosa o el ritmo de narración que se emplean en la novela. El estilo de la prosa me ha sorprendido para bien, David B.Gil escribe muy bien y sin necesidad de emplear un estilo muy recargado. Las descripciones son detalladas y el lenguaje el adecuado para el tipo de historia que nos narra. El ritmo de la narración es muy constante durante toda la historia, lo que hará que no suframos ningún parón que nos interrumpa la lectura, algo que agradezco bastante cuando leo novelas de media o larga duración.  

En el apartado de los personajes, lo mejor que puedo decir de ellos es que cumplen muy bien con su papel en la obra. Ninguno de ellos me ha parecido excepcional, pero tampoco he visto ningún personaje de los importantes que flojeara, o le faltaran horas de trabajo. Si tuviera que destacar uno, me quedaría con la madurez con la que se comporta y afronta las situaciones el joven Nicholas.

COSAS QUE ME HAN GUSTADO:

Ø  La forma en como ha sido escrita la novela. Tanto el ritmo de la narración, llevado con la regularidad de un metrónomo, como la excelente prosa de la que hace gala David B.Gil, rayan a la altura de un escritor de mucho nivel.

Ø    No soy un gran aficionado a los thriller, pero este me ha parecido una lectura muy entretenida y de esas que te dejan con un gran sabor de boca. Tiene todo lo que esperas de este género y todo muy bien trabajado.

Ø   La ambientación en la que transcurre la novela. De una forma sutil, el autor nos introduce en un futuro próximo de una forma tan natural, que es imposible no darle verosimilitud a los escenarios y los sucesos que nos muestra.

COSAS QUE NO ME HAN GUSTADO:

Ø    Por ponerle algún pero, me esperaba un final con algo más de mordiente. Como comentaba en el apartado anterior, durante toda la novela esta mantiene un ritmo de narración muy constante, pero ese ritmo que tan acertado me parece, en el desenlace de la historia se echa de menos que no se haya acelerado un poco más y nos hayan ofrecido un final más impactante.

CONCLUSIÓN:

Hijos del dios binario es un tecno thriller que aúna con mucho acierto lo mejor de ambos géneros. Sin la necesidad de mostrarnos un gran desempeño tecnológico futurista para darnos a entender que la historia transcurre varios años en el futuro, David B.Gil consigue crear una historia con misterio, suspense, personajes intrigantes y mucha acción, que nos engancha casi desde la primera página. No diré que le falle el final, porque no es cierto, pero mentiría si no dijera que quizás le falta esa gran explosión final. ¿Recomendaría la novela? Por supuesto y es más, os aconsejo que la leáis y no os dejéis llevar por prejuicios porque este catalogada como obra de ciencia ficción, es apta para cualquier público.

NOTA: 8 sobre 10.