En marzo de 1873, recién instaurada la
Primera República, Fermín Salvochea tomó posesión del cargo de alcalde de
Cádiz. Siguiendo su espíritu anarquista, adoptó una serie de medidas polémicas
que le granjearon la simpatía de los pobres al mismo tiempo que la
animadversión de las clases pudientes y del clero. Una de esas medidas fue el
desahucio del Convento de la Candelaria.
Esto es Historia. El resto de lo que
contienen estas páginas podría no serlo.
1907. Fermín Salvochea, legendario
alcalde de la ciudad de Cádiz, fallece en extrañas circunstancias. Ese mismo
día, Juaíco, un barbero viejo y borracho, decide contarle la historia de
Salvochea a su hijo Sebastián.
1873. El joven Juaíco empieza a trabajar
para Fermín Salvochea durante su primera semana como alcalde. Una muerte en un
burdel los embarcará en una aventura llena de misterios, magia negra y venganza
más allá de la tumba.
1907. Un enigmático teatro de los
horrores ha llegado a Cádiz. Brutales asesinatos se suceden en los callejones
de la ciudad. Sólo Sebastián y sus amigos podrán encontrar la verdad tras la
historia de Juaíco y proteger Cádiz del mal antiguo que anida en sus entrañas.
Para hoy domingo os traigo la reseña
de una novela que gracias a las buenas críticas recibidas en otros blogs, ha
terminado por llamar mi atención y porque no decirlo, por conquistarme una vez he
finalizado su lectura.
La trama principal arranca dividida en
dos sub tramas separadas por algo más de 30 años de diferencia. En ambos casos
la acción se ambienta en el Cádiz de finales del siglo XIX y principios del XX.
El protagonista de la línea temporal más antigua es Juaíco, un joven barbero
aficionado a la fiesta y las mujeres, que un día recibe el encargo más
importante de su vida, al tener que afeitar todas las mañanas al nuevo alcalde
de la ciudad, Fermín Salvochea. La otra línea temporal nos sitúa como
comentaba, 34 años después. En este caso los protagonistas de la historia son
un grupo de niños, entre los que se encuentra el hijo de Juaíco, a los que les
ha tocado vivir una infancia muy dura y en la que solo la imaginación de sus jóvenes
mentes les permite evadirse de esa cruel realidad a la que llaman vida.
Con el paso de las páginas, iremos introduciéndonos
en ambas tramas y descubriendo muchos de los grandes secretos que oculta el Cádiz
de esa época, pero el principal y más importante, será toparnos con una versión
tenebrosa de la ciudad andaluza, en la que conviven seres mitológicos y toda
clase de criaturas de la noche, que parecen dispuestas a hacerse con el control
de la ciudad. Pero para alcanzar su objetivo esas figuras del mal primero
deberán de pasar por encima de Fermín Salvochea, y es que el alcalde además de político,
es un cazavampiros veterano, que terminará involucrando en sus luchas sobrenaturales al pobre
Juaíco, el cual por amor a su ciudad y el temor de que a su mujer le pueda
suceder algo, acabará uniendo su destino al de Salvochea. Al mismo tiempo,
bueno, en realidad no ya que han transcurrido 34 años, el hijo de Juaíco y sus
amigos comenzaran a toparse con evidencias de que algo no parece ir bien en la
ciudad, lo que unido a su innata imaginación y azuzados por las historias que Juaíco les ha
contado, les harán sospechar de que tal vez los vampiros hayan regresado a Cádiz.
Ambas tramas terminarán entrecruzándose más
y más, hasta que llegado el caso y de un modo muy natural, fluyan en una sola,
la cual nos dejará un desenlace bastante sorprendente y con algún giro de guión muy
bien llevado.
Una vez resumida la trama, es hora de
hablar de otros aspectos de la novela. En lo referente a la prosa y el estilo
narrativo que emplea su autor, Jesús Cañadas, solo puedo que decir ¡chapó!. Me
ha encantado el uso que hace de la jerga callejera de la época y como es capaz
de pasar de ese estilo a uno más sobrio de un modo natural y sin que el lector
a penas lo note. El ritmo narrativo también me ha parecido muy adecuado, ya que
va de menos a más, pero en este caso si pondría un pero, y es que durante el
desenlace todo ocurre a demasiada velocidad para mi gusto.
Termino con los personajes, uno de los
puntos fuertes de la historia. Todos ellos, sobre todo los protagonistas, desprenden mucho carisma y están
creados con mucho mimo y en ellos se vislumbra una personalidad y voz única que
les hace ser diferentes al resto. Además, con el paso de las páginas iremos
descubriendo el trasfondo que les acompaña a cada uno y que ayuda a que podamos
comprender mejor el comportamiento de todos ellos. De notable alto casi
excelente en este apartado.
COSAS
QUE ME HAN GUSTADO:
Ø La
ambientación me ha parecido magnífica, tanto desde el punto de vista fantástico y sobrenatural,
como en el aspecto histórico del Cádiz de finales del siglo XIX y principios
del siglo XX.
Ø Los
personajes. Jesús Cañadas no solo nos deja un sinfín de buenos personajes,
algunos muy buenos, sino que además es capaz de crear para cada uno de ellos
una voz única y una forma de comportarse que los hace diferentes del resto.
Esto es algo que agradezco mucho cuando estamos delante de una historia con
muchos personajes. Imposible no empatizar con los protagonistas.
Ø Lo
mucho que me ha sorprendido para bien. No solo por lo bien que escribe Jesús
Cañadas, que en esta historia nos muestra una gran versatilidad en su prosa,
sino también por el devenir de la historia. Al principio y a pesar de las
buenas críticas me mantenía un poco escéptico, pero conforme avanza la trama he
quedado enganchado y no podía dejar de leer.
COSAS
QUE NO ME HAN GUSTADO:
Ø La
única pega reseñable que le he visto a esta historia, ha sido en su parte
final, donde la urgencia por cerrar la historia quizás obligó a que su autor se
acelerara demasiado. No es tampoco algo muy grave, pero un pelín más de pausa
al final, creo que hubiera estado mejor.
CONCLUSIÓN:
Las tres muertes de Fermín Salvochea
es una de esas pequeñas joyas que pueden pasar desapercibidas al lector medio,
a mi me ha pasado, y que debería de estar en la lista de los libros más vendidos de
cualquier librería. Tiene todo lo necesario para triunfar, una ambientación
brutal, grandes personajes, una trama absorbente e incluso sus pequeñas dosis de
humor, y todo ello sin dejar de lado lo bien escrita que está la novela. En su
debe, bueno siendo algo tiquismiquis, el desenlace es algo apresurado en comparación
con el resto de la historia, pero tampoco nada que afee el conjunto.
¿Recomendable? Sí de forma rotunda, da igual el género que disfrutes, si te
gusta leer, te gustará este libro.
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