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viernes, 17 de junio de 2016

Los ojos del dragón, fantasía en tono intrascendente.

SINOPSIS:

Flagg, el mago del rey Roland, quiere gobernar el país manipulando a los príncipes, pero el heredero al trono es Peter, un joven muy influenciado por la bondad de su madre Sasha (quien tiempo atrás asesinó Flagg sin que nadie se enterara). Flagg mata al rey Roland y culpa a Peter, quien es encerrado de por vida en la Torre de la Aguja. Tras cinco años de prisión, Dennis, Ben Staad y Naomi intentarán liberar al príncipe Peter, pero Flagg luchará contra ellos y un príncipe Thomas hará una aparición magistral en el último momento.







Como gran seguidor de la Torre Oscura que soy, cuando leí la sinopsis de este libro y descubrí que Randall Flagg era el villano de la historia, me dije, Stephen King+Fantasía+Flagg, tiene que ser una combinación ganadora como me pareció en su momento la Torre Oscura.

Por desgracia, esta obra no ha estado a la altura de lo que esperaba.

La historia nos emplaza en el reino de Delain, en el que el viejo rey Roland gobierna con el apoyo de Flagg, un enigmático mago cuyo único objetivo en su vida es traer el caos y el sufrimiento allá por donde pasa. Aunque es capaz de manipular al rey, Flagg no disfruta de todo la autonomía necesaria para llevar a cabo toda la maldad que anida en él. Por ese motivo, cuando Roland empieza a envejecer, Flagg decide centrarse en los dos hijos de este como sus próximos objetivos.

El problema, es que el mayor y heredero a la corona, Peter, es seguramente el chico más bondadoso y virtuoso de todo el reino, debido a que ha sacado lo mejor de su madre y lo mejor del rey. Y además, a diferencia de su padre, Peter es capaz de ver la verdadera naturaleza del mago y está dispuesto a deshacerse de él una vez sea coronado rey. Por desgracia, su hermano Thomas no se parece demasiado a Peter. No solo carece de la apariencia física y la inteligencia de su hermano, sino que además guarda dentro de él un gran resquemor contra su hermano por ser el favorito de su padre, y contra este último por no hacerle el caso suficiente y culparle de la muerte de la reina, que falleció al darle a luz.

Consciente de ello, Flagg comienza poco a poco a ganarse la confianza de Thomas y a pasar tiempo con él, con el objetivo de convertirle en su marioneta, y llegado el momento colocarle la corona en su cabeza y así poder desplegar toda su malicia sobre el reino.

Y ese día llega mucho antes de lo esperado para Flagg. Aprovechando que Peter todas las noches le lleva a su padre una copa de vino antes de irse a dormir, Flagg decide envenenar al rey y colocar pruebas que inculpen al joven príncipe, de esa forma matará dos pájaros de un solo tiro.

Su plan llega a funcionar casi a la perfección y cuando todas las pruebas apuntan a Peter, este al pertenecer a la familia real y como la ley impide ejecutarle, es encerrado de por vida en la torre de la aguja, en una celda a más de 100 metros de altura de la que nunca nadie se ha escapado.

Pero Flagg no ha tenido en consideración ciertos sucesos que pueden acarrear su perdición. El primero de todos ellos es desconocer que Thomas le vio envenenar  al rey y aunque su resquemor contra Peter, junto al temor al mago le harán mantenerse callado, los remordimientos son un mal enemigo para un niño de solo doce años. El segundo gran error del mago, es creer que ha vencido ya a Peter y descuidar su vigilancia. El joven príncipe no está dispuesto a pasar toda su vida en la celda en la que ha sido confinado y además, sabe que Flagg ha sido quien mató a su padre y le tendió esa trampa, y quiere venganza.

Llegados al desenlace de la historia y viendo el tono que se emplea en esta, creo que vosotros mismos seréis capaces de imaginaros cual va a ser el final. La cosa será descubrir como los distintos personajes son capaces de llegar hasta él.

Hablando de los personajes en sí, creo que King podría haber hecho un mejor trabajo. Vale que estamos delante de una novela de argumento clásico, pero eso no quita que los personajes sean muy planos dentro de su rol y sobre todo carentes de una personalidad más desarrollada.

Con respecto a la narración, King emplea un narrador que nos recuerda a un padre o un abuelo contándole una historia a uno de sus hijos pequeños o nietos. Debido a ese estilo, King emplea un lenguaje muy sencillo, a veces demasiado, y un tono infantil más propio de una historia de Disney. Al menos debido a esa sencillez, el libro se lee bastante rápido.


COSAS QUE ME HAN GUSTADO:

·       Que Flagg sea el villano de la historia. Para aquellos que hayamos leído La Torre Oscura u otros libros de King, la aparición de este personaje tan maligno es un gran aliciente para leer esta novela.
·       La forma que emplea el narrador para relatarnos la historia. En muchos momentos de la novela tienes la sensación de estar sentado en una fogata junto al típico anciano cuenta cuentos.

COSAS QUE NO ME HAN GUSTADO:

·       Argumento manido hasta la saciedad y sin nada especial que vaya hacer que recordemos esta obra en un futuro próximo.
·     Tono de cuento de hadas demasiado infantil y que King remata con una prosa que excede la sencillez.
·        Personajes protagonistas muy encasillados y carentes de cualquier matiz que les haga destacar. Quitando a Flagg, al resto no le vendría mal un buen chute de carisma.


CONCLUSIÓN:

La sensación con la que te quedas tras terminar esta novela, es que salvo por la aparición de Randall Flagg, no parece un libro escrito por Stephen King. Eso no significa que sea un mal libro, porque no lo es, pero debido a su desarrollo tan clásico, a su tono algo infantil y sobre todo a la falta de ese algo que le hiciera brillar por sí mismo, estamos delante de una novela que no aporta nada nuevo al género de la fantasía y que seguro no pasará a los anales de la historia, y ni siquiera será muy recordada pasados los días de su lectura. Solo la recomendaría a aquellos que sean grandes seguidores de King y a niños o gente a la que le gusten los cuentos clásicos.

NOTA: 6  sobre 10.

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