El capitán Will Laurence sella su
destino al capturar el precioso cargamento de la fragata Amitié. El tesoro es
un huevo de dragón imperial, regalo del emperador chino a Napoleón. Cuando la
fantástica criatura salga del cascarón, elegirá al capitán como su criador.
Éste pronto descubrirá que entrenarlo es una aventura fascinante. Juntos
tendrán que aprender las peligrosas tácticas de la guerra aérea, pues Francia,
dirigida por un Bonaparte más audaz que nunca, ha reunido a sus criaturas para
transportar sus tropas sobre suelo británico. ¡Laurence y Temerario se preparan
para sufrir su bautismo de fuego!
El otro día me prestaron en papel este
libro y como buen lector de fantasía no he podido resistirme a leerlo, a pesar
de que a primera vista no me llamaba demasiado la atención.
Antes de empezar y si os animáis a
leerlo, debéis de saber que es el primer libro de una saga compuesta por cuatro
novelas, todas ellas ya publicadas en castellano.
Como dicta la sinopsis, la historia
nos sitúa en mitad del océano atlántico a bordo de una fragata de guerra
inglesa capitaneada por Will Laurence, que acaba de capturar nada menos que el
huevo de un dragón. Lo de que sea de la raza imperial es algo que no
descubriremos hasta más adelante.
Debido a que el huevo está a punto de
eclosionar y a la escasez de dragones dentro de la fuerza aérea británica, los
oficiales tripulantes de la fragata Amitié se ven obligados a jugarse a suertes
quien será la desafortunada persona que le colocará el arnés al dragón una vez
este nazca. Aquí tengo que hacer un pequeño apunte para que terminéis de
comprender el motivo por el que es una terrible traba convertirse en un jinete de dragón.
Para empezar es una profesión de por vida, ya que un dragón una vez elige a su
jinete lo hace hasta que uno de los dos muere. Eso no sería tan malo si no
fuera porque un dragón requiere una serie de cuidados que te aíslan del resto
de la sociedad (no puedes construirle una caseta en el jardín como a un perro)
y además pertenecer a la fuerza aérea conlleva también un gran estigma social que
puede afectar a las familias de los oficiales de a bordo del Amitié, en su
mayoría todos caballeros procedentes de poderosa familia.
Aclarado ese punto, el capitán
Laurence que de primeras se "salva" de ser la persona que tenga que
ocuparse del dragón, cuando este eclosiona de su huevo y termina por no aceptar
a la persona que debería colocarle el arnés, verá como todo su mundo y su
futuro se va al traste cuando el pequeño dragón se coloque delante de él y le
salude, viéndose obligado a convertirse en su cuidador y jinete. Y sí, habéis
leído bien, en esta historia los dragones hablan y en su mayoría son de gran
inteligencia, en especial Temerario, que es el nombre que Laurence le pondrá al
dragón.
Lo que al principio comienza como una
gran molestia para Laurence, acaba convirtiéndose en una gran alegría con el
paso de los días. Temerario es un ser magnifico de una gran inteligencia y una
nobleza que termina por conquistar a Laurence de tal manera, que llegado el
momento ni se plantea pasar el resto de su vida sin mantenerse cerca de su dragón.
Pero como suele suceder en este tipo
de historias no todo será un camino de rosas para Laurence y Temerario. Por un
lado el capitán tendrá que lidiar con el rechazo de la que era su prometida y
la compasión de sus amigos más cercanos y por otro, verá como de primeras es
rechazado por sus compañeros de la fuerza aérea, ya sea por envidia al poseer
un dragón tan impresionante como Temerario, por su falta de habilidad, o por la conducta más informal que
reina entre los aviadores y que no casa con el formal Laurence.
Con el avance de la trama tanto
Temerario como Laurence se irán convirtiendo en piezas importantes dentro de la
fuerza aérea, ganándose el respeto de todos debido a su valentía y las grandes
cualidades de ambos.
El final de la novela nos llevará al
inevitable enfrentamiento entre los dragones franceses y los británicos por la
defensa del Reino Unido, que por supuesto no voy a explicar como termina.
La prosa que emplea Novak es ágil y de
un tono bastante ligero más propio de un estilo juvenil, aunque no es que sea pobre
ni carezca de ciertos matices. Debido a eso la lectura se hace muy amena y
salvo en algún capítulo hacia mitad del libro no se nos hace pesada.
Respecto a los personajes, tenemos dos
protagonistas, Temerario y el capitán Laurence. En líneas generales el dragón
me gusta, aunque tiene algunas cosillas que no me terminan de convencer y le
hacen perder algo de credibilidad al personaje, claro está sabiendo que estamos
en una novela de fantasía con dragones. El capitán Laurence en cambio no se ha ganado mi afecto. Lo veo demasiado encasillado en su papel de oficial de
la armada recto pero justo. No se despega en ningún momento de su estricta forma de ser,
solo en algunos momentos junto a Temerario parece relajarse un poco, aunque pronto vuelve a su estado natural. Un
Laurence más distendido creo que le hubiera dado aportado más mordiente a la
historia.
COSAS
QUE ME HAN GUSTADO:
· La
premisa en que está basada la saga de Naomi Novak es cuanto menos interesante y
es sin duda uno de los puntos fuertes de la historia.
· La
naturalidad con la que la autora ha sido capaz de introducir los dragones en un
periodo histórico tan complejo como las guerras napoleónicas sin que le haya
quedado demasiado forzado. Me parece un acierto que no pierda el tiempo en
aburridas explicaciones que nos descubran el motivo por el cual existen los
dragones. Existen y punto y así nos lo demuestran los personajes con la actitud normal que mantienen hacia ellos.
·
El
libro es bastante fácil de leer gracias a una prosa ligera, que ayuda a que el
lector no se pierda en palabras demasiado complicadas ni descripciones interminables
que no aportan nada a la trama salvo el propio lucimiento del escritor.
·
El
estrecho vínculo de amistad que se crea en la historia entre los dragones y sus
jinetes.
COSAS
QUE NO ME HAN GUSTADO:
· Aunque
supongo que en los siguientes volúmenes de la saga se verá remediado, me
hubiera gustado que se le sacara más jugo al planteamiento inicial y a la guerra contra Napoleón.
· Narrar
una batalla de forma convincente no es tan sencillo como mucha gente pueda
crear, y una batalla aérea, y nada menos que con dragones, debe de ser todavía
más complicado. Pero a pesar de ser consciente de ello, en ningún momento he
conseguido visualizar la acción de una forma natural. En todo momento me ha
parecido todo muy forzado y no demasiado bien narrado.
· El
capitán Laurence me ha parecido un personaje demasiado encasillado en su rol de
caballero de la armada. Esto ya es más personal que otra cosa, pero igual un
tipo menos correcto y envarado le hubiera dado otro de punto de vista más
interesante a la historia.
CONCLUSIÓN:
Temerario el dragón de su majestad, es
el primer libro de una saga de cuatro volúmenes donde los dragones son los
protagonistas dentro de un periodo histórico real como las guerras napoleónicas.
La premisa es buena y el libro se deja leer bastante bien gracias al estilo desenfadado
que emplea la autora más propio de una novela juvenil, aunque por suerte sin
los clichés que acarrean estas. Si bien tampoco es que carezca de defectos, con
sus batallas aéreas algo confusas y mareantes y el no ser capaz de sacarle todo
el provecho a la historia, aunque quizás esto último lo logre en las siguientes
novelas. En definitiva, estamos delante de una obra de fantasía bastante
interesante, con sus defectos y virtudes, que dependiendo de la persona pesarán
más unos que otros y terminará encantado o un poco decepcionado. En mi caso he
quedado a mitad de camino y quizás más adelante continúe con la saga.
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