El cuento de la criada, una novela con un mensaje que debería calar.

SINOPSIS:

El cuento de la criada, una de las novelas más célebres y prestigiosas de Margaret Atwood, constituye una mirada futurista a una sociedad totalitaria. Una mirada terrible y lúcida que denuncia la barbarie que pueden llegar a alcanzar los puritanismos extremos de toda índole y las ansias de dominio sobre los seres humanos privados del ejercicio del derecho a la libertad. En el estado de Gilead, donde tras una hecatombe nuclear, la población ha visto disminuida su capacidad de reproducción, las Criadas, vestidas con hábitos rojos de la cabeza a los pies, con el rostro cubierto por un velo transparente y enmarcado por una toca blanca, desempeñan una función esencial: concebir y dar a luz a futuros ciudadanos. Destinadas a esta empresa suprema, viven enclaustradas y reducidas a ser un cuerpo con una única misión: reproducirse.

Solo leer la sinopsis de esta historia ya me dejó con el culo torcido. Había leído buenas críticas sobre ella y algún amigo me la había recomendado, pero la verdad es que su título nunca me había llamado la atención, ni tampoco sabía muy bien de que iba. Tras leerla y a pesar de su dureza, agradezco a la gente que me la recomendó y espero que esta reseña sirva para que llegue a más gente.

La novela nos sitúa en la piel de una joven protagonista cuyo nombre real no nos es desvelado. Desde su punto de vista la joven comienza narrándonos su historia y mostrándonos el mundo que por desgracia le ha tocado vivir.

Nuestra protagonista vive en el estado de Gilead, una nación en la que se aglutina buena parte de lo que ha quedado de la sociedad conocida y que se rige por unas normas muy estrictas basadas en un extremismo fervor religioso. Lo que da pie a un régimen totalitarista en el que no todos los seres humanos tienen los mismos derechos y donde las mujeres reciben la peor parte. Llegando incluso, como le sucede a la protagonista de la historia, a ejercer un rol tan denigrante como el de simplemente concebir a los futuros ciudadanos.

Tal vez en otras circunstancias esta misión no sería tan humillante en una sociedad con esa necesidad imperiosa de niños, siempre que las mujeres a la que se les encarga pudieran tener derecho de elección y en caso de querer reproducirse se les permitiera elegir con quién y cuándo quieren reproducirse. Pero no, las Criadas, que así es como se las llama, no tienen ningún tipo de derecho sobre su vida o su cuerpo. Sí, se las trata bien y se las alimenta y cuida mejor que a la mayoría del resto de la población, pero a costa de mantenerlas aisladas y ser enviadas a vivir a la casa de alguno de los altos cargos de la sociedad, para que el señor de la casa las deje embarazadas.

Pero eso no es todo, además, las Criadas deben de mantener una actitud impecable y quedarse embarazadas antes de cumplir cierta edad o serán enviadas a unos campos de trabajo en los que sobreviven a duras penas la gente que no es afín al régimen.

Bajo esta perspectiva, la protagonista de la historia nos cuenta la triste y desgarradora historia de una mujer joven que todavía tiene demasiado reciente lo que era sentirse libre y poseer derechos, y lo complicado que le es lidiar con su situación actual y esos recuerdos que nos narra mediante flashbacks.

El desenlace de la historia se termina alargando demasiado y es el típico que sin ser ni mucho menos malo, no alcanza a contentar a todo el mundo.

Debo de reconocer que el estilo narrativo de Atwood me ha dejado algo dubitativo. Por un lado hay momentos en que la narración está bien ordenada y todo fluye de un modo lógico, para segundos más tarde enredarse esa misma narración y dejarnos escenas algo desmañadas. En cualquier caso su prosa me ha parecido más que correcta y el ritmo de narración en general bastante bueno, salvo la segunda parte de la historia que se vuelve algo más pesada.

Terminando con los personajes, en general he de decir que salvando a la protagonista me han parecido todos bastante planos, sobre todo en el caso de los personajes masculinos, que no sé si ha sido algo premeditado por la autora o dejadez, pero que no cumplen ni con lo mínimo. En la protagonista por otro lado si se ve una gran profundidad y una evolución durante la historia, lo que siempre se agradece cuando disfrutamos de un punto de vista único y tan intimo como este.

COSAS QUE ME HAN GUSTADO:

Ø  La atmósfera opresora que nos acompaña durante toda la historia y que es clave para comprender el worldbuilding creado por Atwood. Si lo que buscaba la autora era dejarnos tocados con esta historia, la verdad es que lo consigue.

Ø     El mensaje y la crítica social que acompañan a la historia. La crítica al machismo y al papel que la religión otorga a la mujer en la sociedad están presentes en casi todas las páginas, pero de una forma más velada podemos observar como la autora reprocha la adaptación de la propia mujer a ese papel tan secundario que se le otorga sin alzar la voz.

Ø    Observar desde dentro lo comentado en el punto anterior. Vemos como la protagonista a pesar de sus reticencias, poco a poco se va adoctrinando y acostumbrándose al rol misógino que le han impuesto, llegando incluso a autocensurarse por ciertos comportamientos que años atrás le hubieran parecido de lo más normal.

COSAS QUE NO ME HAN GUSTADO:

Ø     La narración se vuelve caótica en muchos momentos de la trama, sobre todo cuando alternan la realidad con flashbacks del pasado.

Ø    A partir de mitad de la novela, la trama se vuelve repetitiva. Creo que con un centenar menos de páginas hubiera quedado una historia mucho más redonda.

CONCLUSIÓN:

Igual que 1984 o un Mundo feliz, El cuento de la criada es algo más que una historia de ciencia ficción que trata sobre una sociedad distópica futurista. En cada una de sus páginas nos encontramos con una denuncia a algunas de las grandes lacras de nuestra sociedad, como la religión y el machismo. Y lo hace sin pelos en la lengua, mostrándonos una historia dura, de esas que debido a su crudeza es complicado digerirla a poco que uno tenga corazón. Por desgracia la narrativa de Atwood no siempre está a la altura del mensaje que nos quiere enviar y en más de una ocasión nos toparemos con una narración algo dispersa, que junto a una trama que se alarga demasiado, nos impide otorgarle una puntuación más alta a la novela. ¿Recomendable? Más que eso, soy de la opinión de que este libro debería de ser una lectura obligatoria en institutos.

PUNTUACIÓN: 7.5 sobre 10.