Japón, finales del siglo XVI. El país
deja atrás la Era de los Estados en Guerra y se adentra en un titubeante
periodo de paz. Entre las víctimas del largo conflicto se halla Seizo Ikeda,
único superviviente del clan regente de la provincia de Izumo, huérfano a los
nueve años tras el exterminio de su casa. Hostigado por los asesinos de su
familia y condenado al destierro y al olvido, inicia un largo peregrinaje al
amparo de Kenzaburo Arima, último samurái con vida del ejército de su padre,
convertido ahora en su mentor.
En el otro extremo del país, Ekei
Inafune, un médico repudiado por aplicar las artes aprendidas entre los
bárbaros llegados de Occidente, se ve implicado en una conjura urdida a la
sombra de los clanes más poderosos del país. Una conspiración capaz de acabar
con el frágil periodo de calma que da comienzo.
Una novela cruda y bella, cargada de
matices, que nos hace viajar a través de un Japón devastado por más de dos
siglos de guerra, entre cuyas cenizas, sin embargo, florecen los más hermosos
cerezos.
Tras leer durante el año pasado y
disfrutar con Hijos del dios binario de David B. Gil (Reseña aquí), no dudé un
instante en comprar la versión digital de El guerrero a la sombra del cerezo,
que además estaba de oferta. Tonto de mi, la fui dejando pasar porque eran
muchas páginas y como ya he comentado ese tipo de lecturas lleva un tiempo
dándome pereza. Una vez terminada, solo os diré que no comentáis mi mismo error
y os hagáis con esta novela en cuanto podáis. Es un acierto seguro.
La historia arranca con la caída del
Clan Ikeda tras el asalto por sorpresa de su castillo por parte de uno de sus
clanes rivales. Kenzaburo Arima, primer general del clan, recibe la orden de su
señor de salvar al último de los Ikeda, Seizo Ikeda, un niño de corta edad que
no comprende lo que ha sucedido ni mucho menos la enorme responsabilidad que ha
recaído sobre sus hombros. Al ser el último de su estirpe, es él quien deberá
de vengar la muerte de los suyos.
Alcanzar esa venganza requerirá de
mucho tiempo y dedicación. Por ese motivo Kenzaburo partirá para reclamar
viejas deudas de honor y futuros favores con los que descubrir quien está
detrás de la traición a su clan. Eso permitirá a Seizo mantener una vida
clandestina en la que poder disfrutar, o al menos intentarlo, de los posos de su infancia.
Pero llegado el momento Kenzaburo reaparecerá y Seizo deberá decidir si
emprende el camino del guerrero y lleva a cabo la venganza que el honor le
exige, o apartarse a un lado a vivir una vida normal carente de violencia y sangre.
Al mismo tiempo y en otra parte del
país, disfrutaremos del punto de vista de Ekei Inafume. Un medico bastante
controvertido por emplear técnicas de curación aprendidas de los barbaros de
occidente, cuya personalidad e inteligencia le hacen destacar por encima de la
gran mayoría. Motivo por el cual terminará metido en mitad de una conspiración
entre varios de los clanes más importantes del país, donde deberá hacer uso de
toda su astucia si quiere alcanzar el objetivo de la paz en un país tan
deshecho por la guerra.
El desenlace de ambas historias nos
llegará acompañado de sorpresas y algún que otro giro argumental interesante.
Dejándonos en ambos casos un cierre de la historia a la altura del resto de la
novela.
Analizando otros aspectos de la
novela, habría que destacar lo bien escrito que está este libro. No solo es la
prosa, que es magnífica. Ni la ambientación, excelente. Es lo bien
conjuntados que están todos los elementos que conforman esta historia. Para ser
esta la primera novela de su autor, me ha dejado patidifuso. Por ponerle alguna
pega, es cierto que cuesta arrancar durante las primeras páginas, pero creo más bien que por
ignorancia hacia la cultura japonesa medieval, que por demerito de David B.
Gil.
Terminando con los personajes, no se
me ocurre nada malo que decir sobre ellos. Personalidades cuidadas y muy bien
trabajadas, un buen trasfondo a sus espaldas para aportar realismo al personaje
y sin olvidarnos de una evolución coherente durante toda la trama. Además, me
ha quedado la sensación de que el nexo personajes trama es cuasi perfecto.
COSAS
QUE ME HAN GUSTADO:
Ø La
minuciosa labor que se ha tomado David B. Gil a la hora de recrear el Japón
feudal de la época. Impresionante trabajo. Una ambientación de diez.
Ø Después
de leer Hijos del dios binario no debería sorprenderme lo bien que escribe su
autor, pero es que esta es su primera novela y parece publicada por algún titán
del género.
Ø Los
personajes protagonistas. Tanto su trasfondo como su personalidad y modo de
actuar están trabajados casi con tanto mimo como la increíble ambientación.
Empatizar con ellos es irremediable para el lector.
Ø La
propia trama. Para ser en principio una historia de venganza, tiene de todo al
más puro estilo Conde de Montecristo. Es muy entretenida y gracias al estilo
narrativo y a algún que otro giro argumentativo, en ningún caso se nos hace
pesada, y eso que son 800 páginas.
COSAS
QUE NO ME HAN GUSTADO:
Ø Cuesta
entrar en la historia. Tal vez sea por la enorme diferencia cultural entre
nuestra cultura y la japonesa, toda esa cantidad de nombres que nos cuesta
asimilar, pero por el motivo que sea el principio se hace cuesta arriba. Pero
tranquilos, es algo que se remedia casi desde el segundo capítulo.
CONCLUSIÓN:
El guerrero a la sombra del cerezo es
una de esas novelas que parece escrita con el alma y lo digo de forma literal.
Su autor nos muestra como escenario para su historia un intervalo histórico
bastante desconocido para el lector común, pero al que es fácil acostumbrarse
primero, y más tarde asombrarse, al estar cuidado hasta el más nimio detalle. A
ese asombro también ayuda la buena pluma de David B. Gil, tanto a la hora de
narrarnos una trama increíble, como de plasmar unos personajes repletos de vida
y encanto. ¿Recomendable entonces? Diría que sí, sin dudarlo. Da igual que no
te guste la novela histórica o que para ti la cultura japonesa antigua sea
aborrecible, esta obra a poco que le des la oportunidad, te va a impresionar.
¡Hola! Casualmente es mi lectura actual, y de momento diría básicamente lo mismo que tú. En este instante, resaltaría al médico, porque es algo que no se suele leer en histórica japonesa, que se centra en los samuráis.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues sí que es casualidad, podríamos haber hecho una conjunta XD...No sé porque parte del libro vas, pero disfrútalo que se lo merece.
EliminarSaludos y gracias por comentar.
A mí también me pasa como a ti. Últimamente los tochos me dan mucha pereza y este lo tengo pendiente. Gracias por recordármelo. Tendré que hacerle hueco después de #LeoAutorasOct.
ResponderEliminarSaludos.
Este lo bueno que tiene es que para ser bastante largo no se me hizo nada pesado. Así que sí, hazle un hueco.
EliminarSaludos y gracias por comentar.
Con lo muchisimo que me gusta la cultura japonesa, este libro lo tengo que leer si o sí, lleva en mi lista de pendientes demasiado. Gracias por la reseña, me han entrado aun más ganas de leerlo!
ResponderEliminarSaludos!
Es un libro que merece y mucho la pena. Te lo recomiendo sin duda.
EliminarSaludos y gracias por comentar.