SINOPSIS:
La Guerra de Troya está ya a las
puertas, y todos los reyes del Gran Verde están concertando entrevistas, tanto
con amigos como con enemigos, cada uno con sus propios planes de conquista y
saqueo. En este ambiente de intrigas y traiciones aparecen de pronto tres
viajeros: Pilia, una sacerdotisa que oculta un terrible secreto; Calíades, un
guerrero armado con una espada legendaria, y Banocles, que confía en forjar su
propia leyenda en las batallas que se avecinan.
Con un inconfundible sentido del
humor, una perspicacia inimitable en la creación de personajes y una
arrebatadora escritura que logra transportar al lector al centro de la acción,
David Gemmell continúa con paso firme su espeluznante relato de una de las guerras
más trascendentales de todos los tiempos.
Primero de todo pediros disculpas a
aquellos fieles que me leéis, que aunque no seáis muchos para mi sois muy importantes,
por teneros algo abandonados esta semana. Pero ya sabéis que algunas veces por
mucho que pongas de tu parte es imposible sacar tiempo para tus hobbies.
Hoy vengo a hablaros de "El Escudo
del trueno" la segunda parte de Guerreros de Troya de David Gemmell.
Aunque en realidad no es un libro como tal de fantasía o ciencia ficción, como
ya os reseñé el primero de la saga (Aquí podéis leerla) que me gustó bastante y he continuado leyéndola, pues me he animado a reseñar las tres partes cuando termine de leerlas.
Para empezar, a las pocas páginas nos
damos cuenta de que Gemmell mantiene como en el primer volumen de la saga su
propia versión de los hechos que nos cuenta Homero en la famosa
"Iliada". Consiguiendo de esa forma mantener ese soplo de aire fresco
que nos proporcionó ya en el primer libro acerca de una historia tan manida
como puede ser la de la guerra de Troya.
En esta ocasión y a diferencia del
anterior, donde Helicaón era el gran protagonista de la historia, en esta
segunda parte nos encontramos delante de una trama mucho más coral, en la que
podremos disfrutar del punto de vista de diferentes personajes, entre ellos los
más destacados, a mi modo de ver, serian los de los dos micénicos, Calíades y
Banocles, obligados a huir de su propia patria para mantener sus cabezas, a las
que han puesto precio, pegadas a sus cuerpos, o el del narrador de historias y
rey de Itaca, Odiseo.
Gracias a la diversidad de personajes
que nos presenta el autor, podemos esta vez tener una mayor amplitud de miras y
conocer así las motivaciones que conducen a que la guerra llegue hasta las
puertas de la ciudad dorada de Troya. De esta forma nos evitamos colocar a unos
la etiqueta de los buenazos y a otros como simplemente los malotes de la
historia. Un ejemplo genial de lo que quiero explicar se puede ver en lo que le
sucede a Odiseo, amigo intimo de Helicalion y del propio Hector el heredero de
Troya, pero que se ve obligado a tomar parte en una guerra en la que no quería
participar, ya que él como buen comerciante que es se considera neutral, y además
en el bando que más aborrece junto al micénico Agamenon.
El libro es muy entretenido por lo que
su lectura se vuelve muy amena, gracias sobre todo a lo bien narrado que está,
en especial las escenas de acción, tanto las peleas navales como las
escaramuzas en tierra, donde es muy sencillo imaginarse a uno mismo como si
fuera protagonista de ellas. Y también a un ritmo de narración que en ningún momento se
vuelve demasiado lento, como para llegar a aburrirnos, ni abusa de una
celeridad que solo emplea en momentos necesarios, en su mayoría escenas de
lucha.
Los personajes tanto protagonistas,
como aquellos más secundarios, están muy trabajados por el autor. De esa forma
y a pesar de su elevado número, todos ellos demuestran una personalidad propia
que te ayuda a empatizar con ellos y que sean algo más que un solo nombre en un papel. A
destacar como no a Odiseo, la mejor reinterpretación que hace Gemmell de todos
los personajes de Homero, consiguiendo un personaje fascinante, pero sin
olvidarnos de la contagiosa frescura que desprende el micénico Banocles y que
nos sacará más de una sonrisa.
Ya sabéis que no hablo de los finales
de los libros que reseño para evitar spoilers a aquellos que simplemente vengan
a informarse de la obra. Lo único que os diré es que el final está acorde con
el resto de la novela.
COSAS
QUE ME HAN GUSTADO:
· Igual
que sucede en la primera entrega de esta saga, lo mejor es sin duda como
Gemmell da una vuelta de tuerca a esta conocidísima historia y como consigue
enlazar todos los hilos de la trama con maestría, hasta conducir a la gran e
inevitable guerra que asoló Troya.
·
A
pesar de ser un libro extenso, gracias a su prosa sencilla, que no burda, y al
excelente ritmo de narración con el que nos conduce el autor, se lee con
rapidez y pronto te ves sumergido en la trama.
· El
mayor protagonismo que gana el personaje de Odiseo con respecto al anterior
libro. A mi modo de ver, su personaje es el más interesante de toda la historia
y se agradece conocer más a fondo sus motivaciones.
COSAS
QUE NO ME HAN GUSTADO:
· Aunque
es difícil hablar de cosas que no te gustan cuando en global has disfrutado
mucho de una lectura, siempre se le puede sacar algún pero. En este caso al ser
una trama mucho más coral que el anterior, algunas de las historias pueden
suscitar menos interés al lector y dar la falsa impresión de que el libro tiene
altibajos.
CONCLUSIÓN:
Aunque ya sabéis lo que dicen que
segundas partes nunca fueron buenas, en este caso Gemmell mantiene el nivel con
respecto al anterior libro. Sí que es verdad que este segundo volumen y si
analizamos la historia en sí, se le puede considerar de transición. Pero no por
ello vamos a terminar decepcionados. Obvia decir que este libro es totalmente
recomendable para aquellos que os hayáis leído el primero y os gustó. Para el
resto, pues como en la mayoría de trilogías o sagas, no tiene sentido que lo leáis
hasta que no os hayáis leído el anterior.
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