Hace ya más de veinte años que el
agente del FBI Fox Mulder y la doctora Dana Scully entraron con fuerza en
nuestras vidas. Para muchos, entre los que me incluyo, la serie original fue un
soplo fresco dentro la parrilla televisiva de la época, mucho más acostumbrada
a un producto nacional en horas bajas y a series estadounidenses con mucha acción,
pero sin demasiada historia, o sitcoms con un humor más o menos cuestionable.
Con nueve temporadas donde brilló con
luz propia la ciencia ficción, las teorías cargadas de conspiración, junto a
los continuos vaivenes entre la pareja de protagonistas, además de dos películas
que nunca llegaron a estar a la altura de la serie, se cerró la historia sin
ofrecernos ni una cuarta parte de las respuestas que los espectadores esperábamos
recibir ¿Las abducciones fueron reales? ¿Qué sucedió con la hermana de Mulder?
¿Quién aparte del fumador estaba detrás del Sindicato?
Esas y muchas otras preguntas que se
quedaron sin respuestas, tal vez y repito el tal vez porque hablamos de
Expediente X, puedan ser respondidas las próximas semanas en la nueva mini
serie de seis capítulos.
El primer capítulo se estrenó el
domingo en Usa (los que queráis verlo en castellano y con la voz original de
los dobladores, podréis disfrutar esta noche de un doble episodio en el canal
Fox) con un gran éxito de audiencia, pero no así de crítica, ya que el público
en su mayoría no ha quedado demasiado satisfecho con el episodio piloto.
Acostumbrado desde hace años a seguir mis series favoritos en VOS,
no tenía intención de esperarme a mañana (no tengo el canal Fox), así que ayer lo busqué por la red
y por la noche cuando tuve un rato lo vi.
Sin incluir spoilers, aunque quisiera
tampoco podría destriparos demasiado este primer episodio, os voy a explicar en
unas cuantas líneas cual ha sido mi opinión.
Para empezar e igual que le ha
sucedido a mucha gente, he terminado con un regusto amargo. Por un lado ver a
Mulder y Scully en acción y como no a Skinner que era uno de mis personajes
favoritos, me ha traído buenos recuerdos de mi adolescencia. Por otro lado, la
trama inicial me ha parecido demasiado atropellada y te deja la sensación de que te quieren explicar
demasiadas cosas en los poco más de cuarenta minutos de metraje del que disponen.
Tampoco ayuda demasiado ver a Mulder
tan mayor, ni a Scully con la cara tan estirada que da miedo que se ponga a reír
por si se le resquebraja la piel. Pero en este caso no es que sea algo que
influya en la calidad del episodio, quizás la falta de expresión de Scully un
poco sí, pero son aspectos secundarios.
El mayor problema que le veo, es que
como comentaba más arriba, tienes la sensación de ir en un coche a alta
velocidad y todo a tu alrededor sucede demasiado deprisa. Ya sabemos que Mulder
es un creyente, pero en apenas unos pocos segundos pasa de pensar que le están
tomando el pelo, a ser el más ferviente seguidor de una nueva teoría sobre las
continuas abducciones que sufre el ser humano en Estados Unidos.
Lo mejor del capítulo sin duda es
cuando nos han trasladado mediante un Flashback hasta Roswell. Espero que haya
sido algo más que puntual y se siga hablando de ello en los próximos capítulos.
Y ya de paso, tampoco estaría de más que empezaran a ofrecernos algunas
respuestas. Entiendo y comprendo el motivo por el que nos deniegan gran parte
de todas las respuestas que ansiamos, pero al final si se estira tanto el
chicle, se rompe.
Resumiendo, estamos delante de un
capítulo introductorio con todo lo que ello conlleva, que quizás se aleje demasiado
del espíritu de la serie original. Pero sabiendo que son solo seis episodios y
con la esperanza de que la serie vaya a ir a más, o al menos los creadores ante
las críticas recibidas alentaban a los seguidores con que iba a ser así, voy a
seguir con Mulder y Scully hasta el final.
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