Eran niños. Los arrancaron de los
brazos de sus padres cuando tenían cuatro años. Los arrojaron al Monasterio.
Los adiestraron en el uso de la espada y otras artes más sutiles pero
igualmente letales. Lo hicieron de un modo tan salvaje que la mayoría pereció.
Solo quince sobrevivieron. Quince
jóvenes que recibieron más dolor, más heridas, más brutalidad. Quince jóvenes
que ignoraban el propósito de su sufrimiento. Quince que no sabían que había
uno distinto entre ellos.
Cuando los dejaron salir habían
cambiado. Habían olvidado su pasado y el amor de sus padres. Habían perdido las
dudas y el miedo. Estaban preparados para enfrentarse a todo.
Excepto a la verdad.
Vivimos en un mundo tan globalizado
que es realmente complicado estar al día de todo lo que sucede en él, y en el
caso de la literatura no iba a ser menos. Si no hubiera sido por la
recomendación de un compañero, dudo que hubiera llegado a leerme esta novela,
salvo quizás en el caso de que hubiera llegado a ser un éxito.
Y la verdad es que es una verdadera
pena ver como grandes y jóvenes autores, como en el caso de Pablo Bueno autor
de La Piedad del Primero, nos pasan desapercibidos, mientras las listas de
libros más vendidos en muchos casos son acaparadas por novelas de dudosa
calidad.
La Piedad del Primero es el primer
libro de una saga de fantasía épica, que destaca por ser de un estilo muy
clásico. Cuando digo clásico, quiero decir que en muchos momentos tienes la
sensación de estar leyendo una historia más de la época de Dragonlance o las Crónicas
de Belgarath, que la más realista y brutal fantasía tan de moda desde hace
años.
En otras historias quizás este podría
ser un punto en su contra, pero en el caso de este libro es su seño de identidad.
El autor ha cogido muchos de los clichés típicos en esta clase de narración y
ha sabido darles su punto de vista hasta conseguir una historia, que sin ser
innovadora, es muy interesante.
La primera parte del libro comienza de
una forma sosegada, contándonos la brutal infancia a la que se ven sometidos
una serie de niños enclaustrados dentro de un lúgubre monasterio en el que solo
sufren privaciones. Con el paso de las páginas empezamos a entender que están
preparando a estos niños para una misión importante, aunque no descubriremos
para qué hasta bien avanzada la narración.
Solo los más fuertes llegarán a
convertirse en muchachos y más tarde en hombres. Su destino, servir al imperio
y al emperador, enfrentándose al mal que asola las cuatro provincias.
Entre los jóvenes supervivientes al
brutal entrenamiento se creará un lazo de hermandad que ellos creen que durará toda
sus vidas, pero el mal acecha de una forma que no pueden imaginarse y pronto verán
sus férreas convicciones y su inquebrantable amistad puestos a prueba.
El final de la historia llega
precedido de algunos acontecimientos demasiado forzados, que le hacen perder
algo de credibilidad a la historia. De todas formas lo que es el final en sí,
cumple con creces con su cometido y al menos en mi caso consigue que tenga
ganas de leer el segundo libro (Me cuentan que saldrá para mayo).
Los personajes en general todos
cumplen con su función sin grandes alardes. Tanto el protagonista, como los
secundarios, se ven marcados por un patrón muy clásico. Por fortuna durante la
novela algunos de ellos irán evolucionando aunque sin llegar a perder su sitio
dentro de la historia. Marc que es el protagonista, para mi gusto peca
demasiado del mal del gran héroe, un puntito algo oscuro dentro de él creo que
hubiera aportado más riqueza a la narración y otras vías para las futuras
novelas.
Tanto la ambientación como la prosa de
la que hace gala Pablo Bueno son uno de los estandartes de la novela. Ambas
están trabajadas con mucho mimo y eso es algo que siempre ayuda a que el lector
pueda involucrarse en la lectura. Pensar que solo es un autor primerizo con el
margen de mejora que ello conlleva, le augura un futuro más que prometedor.
COSAS
QUE ME HAN GUSTADO:
· Para
ser la primera novela de Pablo Bueno, hay que destacar lo trabajada que está su
prosa. Tanto sus descripciones, repletas de matices, como su forma de
expresarse, demuestran que este joven autor tiene todo lo necesario para llegar
a ser alguien importante.
·
Lo
cuidada que está la ambientación y el mundo en que el transcurre la historia.
Los detalles que nos aporta el autor son los que consiguen dar ese toque que da
credibilidad a la novela.
·
La
trama es muy clásica, de eso no hay duda, pero como está tan trabajada, en ningún
momento tienes la sensación de haber leído esta historia en otra parte.
Conseguir desde un punto de partida tan clásico sacar una historia de este calibre, es un
gran punto a favor del autor.
COSAS
QUE NO ME HAN GUSTADO:
·
Tengo
la sensación de que le falta algo a la última parte del libro para alcanzar una
cohesión total con el resto de la historia. Es como si a partir de mitad del
libro estuviéramos leyendo otro relato distinto, con el mismo personaje protagonista,
pero al fin y al cabo otra historia.
·
Veo
algunos de los acontecimientos finales bastante forzados. En mi humilde
opinión, creo que el autor podría haber elegido otra forma más acertada para
alcanzar su objetivo.
CONCLUSIÓN:
La Piedad del Primero es una gran obra
de literatura fantástica, sobre todo si tenemos en cuenta que es la primera
novela de su autor. Es perfecta para aquellos que les encanten las novelas de
fantasía de toda la vida, donde el bien y el mal se ven claramente identificados
y los personajes viven en la luz o en la oscuridad. Para aquellos que estéis
más acostumbrados a una fantasía más actual, no voy a engañaros, dudo que os vaya
a sorprender una vez empecéis a leerla. Pero quizás ese sea su punto fuerte,
que agarrando muchos clichés, y gracias a una excelente prosa, Pablo Bueno sea
capaz de urdir una gran y adictiva historia.
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