Hace cuarenta años, cuando nuestro
narrador contaba apenas siete, el hombre que alquilaba la habitación sobrante
en la casa familiar se suicidó dentro del coche de su padre, un acontecimiento
que provocó que antiguos poderes dormidos cobraran vida y que criaturas de más
allá de este mundo se liberaran. El horror, la amenaza, se congregan a partir
de entonces para destruir a la familia del protagonista.
Su única defensa la constituirán las
tres mujeres que viven en la granja desvencijada al final del camino. La más
joven de ellas, Lettie, afirma que el estanque es, en realidad, un océano. La
mayor dice que recuerda el Big Bang
Siento no poder disponer de más tiempo
para realizar una reseña acorde a la calidad de esta novela, pero estoy
bastante ocupado y sino la termino hoy, supongo que hasta el viernes o sábado
no podré hacerla y seguramente durante ese periodo olvide ciertos aspectos del
libro.
La trama se basa en los recuerdos de
la niñez del personaje protagonista, que tras unos años acude al lugar donde pasó su niñez y sin saber cómo ni porqué, termina visitando la casa de sus vecinos los Hempstock,
donde empieza a recordar unos hechos que transcurrieron cuando tenía tan solo
siete años, y que hasta ese momento parecían un recuerdo muy difuso en su mente.
Allí, sentado frente a un pequeño
estanque para patos, el hombre cuyo nombre desconocemos, irá recordando poco a
poco aquel truculento periodo de tiempo en el que una entidad malvada aparecida
de la nada, intentó apoderarse de su casa y su familia, y como solo la aparición de la enigmática Lettie Hempstock, junto a su todavía más enigmáticas madre y abuela, consiguieron evitar una gran desgracia.
El final de la historia es bastante
obvio si tenemos en cuenta que la persona que lo narra es la que lo vivió. Pero
y con todo ello, Gaiman es capaz de sacarse un as de la manga y conseguir que
lleguemos a emocionarnos, y terminemos con un muy buen sabor de boca.
Tanto la prosa como el tempo de la
narración son excelentes y ayudaran a que quedemos enganchados al libro a las
pocas páginas. Gaiman hace uso de su habilidad habitual y es capaz de condensar
gran cantidad de información en muy pocas páginas, sin llegar nunca a entorpecernos
la lectura.
Con respecto a los personajes, el
protagonista principal es el chico sin nombre del que solo conocemos aquellas
cosas que él mismo nos va contando. Utilizar un personaje de esa forma como
protagonista es complicado, ya que para empezar la psicología y la forma de
razonar de un niño es algo bastante ajeno a un adulto. Pero Gaiman sale más que
airoso y consigue crear un personaje sólido. El resto de personajes secundarios
al estar vistos desde el prisma de un niño de tan solo siete años, pueden parecer
bastante simples, salvo claro está aquellos que despiertan interés en el niño,
como las misteriosas Hempstock, de las que disfrutaremos de una visión más amplia.
COSAS
QUE ME HAN GUSTADO:
· Lo
bien escrita que está. Se nota que Gaiman es uno de esos escritores que cuida
con mimo su prosa y aunque pueda parecer que está dirigida a un público no tan
adulto, no por ello ha bajado su nivel habitual.
· Para
ser una novela corta, no llega a las 200 páginas, me ha gustado mucho toda la
enorme cantidad de cosas que es capaz de contarnos en tan pocas páginas.
· La
forma en que Gaiman, una vez más, es capaz de crear casi desde la nada una trasfondo fantástico complejo y repleto de encanto. En este aspecto esta trama me ha recordado un poco a
una versión aligerada de American Goods.
COSAS
QUE NO ME HAN GUSTADO:
· No
sé como explicarlo, pero creo que al argumento principal le falta un "algo" para
terminar de quedar redondo del todo. Tal vez si hubiera leído este libro con
ojos de niño, no pensaría lo mismo y me parecería perfecto.
CONCLUSIÓN:
El océano al final del camino es una
novela muy del estilo de su autor. En su lectura podremos disfrutar de una
prosa excelente, un gran trasfondo fantástico y sobre todo de una historia
profunda arraiga en los recuerdos de la niñez del personaje protagonista. Por
supuesto que no es perfecta y puede que no guste a todo el mundo ese tono algo
infantil que desprende en muchos momentos, pero si te gusta Gaiman, te gustará
esta novela sin duda. Si no eres fan del autor británico, en ese caso igual
deberías leer otra cosa.
Me gusta muchísimo Gaiman. Y esta novela es otro buen ejemplo del gran hacer de este señor, una historia que parece sencilla, pero esta llena de fantasía y que puede valer tanto para un público juvenil como adulto. Este tío es especial.
ResponderEliminarMi libro favorito suyo es Neverwhere, creo que allí es donde se ve el Gaiman más autentico, pero este,aunque algo más infantil, también esta marcado muy mucho por el estilo del autor británico.
EliminarGracias por comentar.