"Mi apellido es Li y mi nombre
personal es Kao, y hay un ligero defecto en mi carácter"
En una China que nunca existió, el
campesino de corazón puro conocido como Buey Número Diez y el sabio Li Kao, que
tiene un ligero defecto en su carácter, unen sus fuerzas para buscar la cura al
misterioso envenenamiento que ha sumido en un sopor invencible a los niños de
la aldea de Ku-fu. Enfrentándose a siniestros nobles, avariciosos mercaderes,
espantosas criaturas y espíritus de inescrutables intenciones, poco a poco irán
descubriendo que su búsqueda se entrelaza con leyendas milenarias, y que las
increíbles coincidencias que jalonan su camino no son coincidencias en
absoluto. Al final de su viaje les espera la resolución de un misterio de
proporciones mitológicas que deleitará y maravillará a los ilustres lectores.
Barry Hughart ha recreado una China
que nunca fue, pero que debería haber sido, en un relato maravilloso,
estremecedor e hilarante a partes iguales. Un descubrimiento galardonado con el
Premio Mythopoeic y el Premio Mundial de Fantasía (ex aequo con Bosque Mitago
de Robert Holdstock).
Las vacaciones son un momento genial
para desconectar y deleitarse con un buen libro, o al menos eso dicen. Pero
claro, cuando eres un lector voraz como es mi caso, al final de lo que terminas
desconectando es de la lectura, y no por deseo propio, sino más bien por falta
de tiempo o estar demasiado cansado. Así que no seáis muy crueles con esta
reseña, que he sacado tiempo de donde no tenía para terminar el libro y
hacerla. Por cierto, en otro momento del año con más tranquilidad, creo que la
nota final hubiera sido más alta.
La historia comienza en una pequeña
aldea de una China rural, en la que varios niños de dicha población han sufrido
de un envenenamiento grave que amenaza con arrebatarles la vida. Buey Número
Diez, que así se llama uno de nuestros protagonistas, es enviado a la capital
del imperio para contratar a un sabio que pueda ayudar a los niños. Allí en
mitad de Pekín y tras ser rechazado por la mayoría de sabios de la zona, Buey
conocerá a Li Kao, un anciano estrambótico que debe de rondar el siglo de edad
y que parece el único dispuesto a ayudarle. Así nacerá la unión de nuestros dos
protagonistas.
Li Kao acudirá a la pequeña aldea de
Ku-Fu y tras realizar una investigación, descubrirá que solo la Gran raíz de
poder puede curar a esos niños. Pero encontrar esa raíz no será algo tan
sencillo, ya que su existencia parece ser mitológica más que real. Con la idea
de salvar a los niños a cualquier precio, Li Kao y Buey Número Diez se
embarcarán en una serie de aventuras a cada cual más singular, en la que el
viejo sabio tendrá que hacer gala de todas sus tretas y de su carácter picaresco, aportándonos
grandes momentos repletos de un humor negro muy fino, en los que podremos
conocer a algunos personajes secundarios muy estrafalarios.
El final de la historia nos conducirá
a un desenlace en el que la mitología y las aventuras de nuestros protagonistas
terminarán entrecruzándose, aportándonos una conclusión que si uno ha estado
atento durante la historia no será inesperada, pero si original y muy adecuada
al tono general de la obra.
Todo lo que no sea definir la prosa de
Barry Hughart con un adjetivo como magnífica o esplendida, sería faltar a la
realidad y os puedo asegurar que en este caso no estoy exagerando. Al estar la
novela repleta de un sinfín de aventuras por parte de los dos protagonistas, el
ritmo de la narración sufre de muchos altibajos, en los que pasaremos en apenas
una página de un ritmo calmado a uno demasiado vertiginoso que puede hacernos
perder el hilo.
Es una pena que no tenga demasiado tiempo para
explayarme sobre los personajes, aunque he de deciros que en general me han
encantado. Hughart consigue sin emplear grandes descripciones, ni físicas ni psicológicas,
crear unos personajes complejos y con un toque disparatado, que les hace ser
geniales.
COSAS
QUE ME HAN GUSTADO:
Ø La
historia desprende originalidad por los cuatro costados. La mezcla de mitología
China con elementos fantásticos, es todo un acierto y le da un toque muy simpático.
Ø Barry
Hughart consigue que la dupla de protagonistas se complementen de una forma
brutal y es imposible no terminar encariñado con ambos.
Ø En
muchos momentos el autor hace gala de una prosa de muchos quilates, pero que en
ningún caso entorpece la lectura como sucede en otros autores que aprovechan
cualquier momento para lucir su pluma.
COSAS
QUE NO ME HAN GUSTADO:
Ø
Para
mí gusto, el autor abusa en muchas ocasiones de acelerar demasiado el ritmo de
la narración, consiguiendo que algunas escenas se tornen algo confusas y
llegado el caso podamos perder parte del hilo de la trama.
CONCLUSIÓN:
Puente de pájaros es una novela sobre
todo sorprendente. Catalogarla como una obra de fantasía sería quedarse corto,
es más bien un compendio de aventuras, picaresca, mitología y todo ello
aderezado con un toque detectivesco, pero sin olvidarnos del fino humor del que
hace gala el autor. Tanto los dos protagonistas como el resto de personajes son
inclasificables, pero seguro que se ganarán un puesto en tu corazón. Por
ponerle alguna pega, el ritmo de narración se enloquece de vez en cuando y si
uno no está atento puede perderse alguna situación importante de cara a
resolver el gran misterio de esta novela.
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