Andrea, una joven ingeniera norteamericana, se siente atraída por un símbolo que encuentra en el despacho de su responsable durante su último día de trabajo, lo que la empuja a iniciar una nueva investigación con ayuda de su primo José, investigador en visión artificial en el MIT.
José y algunos colaboradores logran acceder de forma ilegal a información de alto secreto relacionada con el símbolo, de lo cual extraen datos básicos de un hipotético proyecto que llevaría en activo más de cuarenta años. Todo parece indicar que el consorcio del proyecto está formado por las multinacionales y gobiernos más poderosos del planeta, incluidos aquellos que históricamente han sido enemigos acérrimos.
Andrea y José decidirán seguir hasta el final en su intento de conocer los objetivos del consorcio. Contarán para ello con la ayuda de David, un soldado de operaciones especiales replegado que se cruzará en su camino, y junto al cual arriesgarán sus vidas en numerosas ocasiones.
Desde los bosques de Pennsylvania hasta el corazón del gobierno federal en Baltimore, pasando por oscuros pasadizos subterráneos de una Nueva York desolada y ensombrecida. Andrea descubrirá en el camino pruebas irrefutables de la implicación de su madre en el proyecto. Considerada hasta el momento un ejemplo vital a seguir, el hallazgo sumirá a la joven en una profunda crisis de pensamiento y emociones que deberá gestionar al tiempo que trata de sobrevivir al brutal poder militar del consorcio.
Para hoy os traigo una novela de
intriga con toques de ciencia ficción y mucha acción. La cual nos deja una combinación muy
interesante y que se hace muy entretenida de leer, gracias como no al estilo
narrativo de su autor Iván Portas, al que desde este blog le agradecemos que
nos haya cedido su novela para poder leerla.
La historia arranca presentándonos a
Andrea, una joven a la que cualquiera consideraría una triunfadora, sobre todo
si tenemos en cuento el alto cargo que ocupa en una multinacional como Google,
pero cuya muerte de su madre un par de años atrás la dejó muy tocada. Tanto, que
Andrea decide dejar de lado su brillante carrera profesional y embarcarse en un viaje a
la vieja Europa para reencontrarse consigo misma.
De pura casualidad y mientras se encontraba
despidiéndose de sus compañeros de trabajo, Andrea descubre unos papeles que
incluyen un símbolo que de algún modo le es conocido, pero del que no existe
información en internet. Llevada por su curiosidad, la joven solicita ayuda
a su primo José, un joven genio que trabaja en el MIT y que pondrá en contacto
a Andrea con un individuo con pasado en el mundo del espionaje, que le confirmará la existencia de una especie de corporación a nivel mundial entre diversos gobiernos
y algunas de las mayores empresas del mundo, incluyendo la petrolera de la que
fuera director general su abuelo.
La avidez por descubrir lo que sucede
llevará a Andrea hasta su abuelo, con el cual mantiene una relación bastante
tensa, debido a la personalidad tiránica del que este hace gala. Allí Andrea descubrirá
que detrás de ese consorcio hay mucho más de lo que parece, y a partir de ese
momento tanto su vida como la de su primo correrán un grave peligro. Aunque
para fortuna de ambos, aparecerá en escena David, un soldado de operaciones
especiales que también andaba detrás del símbolo que Andrea descubrió y con el
que unirán fuerzas para intentar evitar la grave crisis mundial que se avecina.
El final de la historia nos llegará
tras una trama repleta de grandes escenas de acción, en la que descubriremos el
secreto que se oculta tras esta historia y que nos conducirá hasta un final
bastante abierto que presagia la continuación de esta novela.
Analizando otros aspectos de la
novela, me gustaría destacar lo entretenida y amena que es esta lectura. Sí, le
cuesta un poco arrancar, pero una vez lo hace es como si pusiera el turbo y a
partir de ese momento no dejan de suceder cosas. Este estilo narrativo no diré
que es perfecto, seguro que a mucha gente le sabe a poco y criticará que a veces la
prosa es algo sencilla, pero sí que es casi ideal para aquellos que como yo disfrutamos
de ritmos trepidantes, mucha acción y una trama que te atrape.
Con respecto a los personajes, si que
les pondría más pegas que al resto de la historia. Para empezar y quitando a la
protagonista, al resto les falta contexto. David, por ejemplo, irrumpe sin más
en la historia y de una forma poco creíble. Luego se intenta solucionar el tema
hablándonos más de él, pero tampoco con mucha profundidad. José más de lo
mismo. Y otros secundarios que aparece diría que es el mismo caso. Además,
Andrea peca de ser quizás la típica buena de película de Hollywood, y me
hubiera gustado igual una personalidad algo más compleja. Ojo, no son malos
personajes y cumplen con su rol, pero como quejarse es gratis, pues hablo de lo
que me hubiera gustado leer.
COSAS
QUE ME HAN GUSTADO:
Ø Lo
mucho que engancha esta novela. Aunque le cuesta arrancar, una vez pasado ese
primer tramo el ritmo se vuelve trepidante y no dejan de suceder cosas durante
toda la historia. Como digo, empiezas a leer y cuando te quieres dar cuenta ya te
la has terminado.
Ø El
estilo narrativo y la prosa empleada por su autor. Iván Portas hace gala de un
estilo que a mí personalmente me gusta mucho, en el que prima la fluidez y la
naturalidad por encima de las trivialidades que solo buscan enfatizar el ego de
aquel que escribe.
Ø El
modo en el que se desarrolla el desenlace. La escena final no me ha parecido
tan sorprendente y de algún modo la veía venir, pero si me ha gustado y mucho
la manera en que se llega hasta ese final.
COSAS
QUE NO ME HAN GUSTADO:
Ø Para
mi gusto se abusa en exceso del elemento fortuito para darle más empaque a la
historia. Nunca he sido demasiado fan de las casualidades dentro de una
historia, y más cuando terminan por ser claves para el desarrollo de esta.
Ø Salvando a la protagonista, al resto de secundarios les echo en falta algo más de
trasfondo y contexto. Y ya que estamos, tampoco hubiera estado de más un poco
más de personalidad en alguno de ellos.
CONCLUSIÓN:
Todo comenzó un martes al atardecer es
una de esas novelas poco conocidas que de primeras no genera mucha expectación,
pero que conforme vas adentrándote en ella y descubres todas sus virtudes, no
te queda otro remedio que continuar con la lectura hasta haberla devorado. De sus muchas cualidades, me gustaría destacar
su estilo narrativo, que quizás para algunos pueda pecar de simpleza, pero que
a mí me encanta este tipo de narraciones en los que prima la acción y el ritmo
se vuelve trepidante hasta culminar en un final potente, como es en este caso.
Pero no es oro todo lo que reluce, en este caso la trama tiene algunos agujeros
en su planteamiento y los personajes, sin ser malos, podrían ser mejores.
¿Recomendable? Yo diría que SÍ de forma rotunda. Esta es una de esas lecturas ligeras
y que enganchan, además, a pesar de poder considerarla de ciencia ficción, al
suceder la acción en la actualidad, no será un hándicap para aquellos a los que
no les guste este género.
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